"El año en que solo se veían los ojos". Hemos aprendido a hablar con ellos y a saber interpretarlos.
Dejamos atrás un año triste, de miedo, soledad y de muerte. Creo que nadie puede decir que el 2020 ha sido su gran año.
El horror empezó para mí en febrero con una lesión en el hombro, estaba de baja y pasaba bastante tiempo en el sofá, viendo las noticias en la tele y asustada con lo que pasaba en Wuhan. Tenía un exceso de información que me generaba estar alarmada antes de tiempo.
Al final llegó el problema y con ello cambiaron completamente nuestras vidas.
Siempre he sido lo que se denomina un "culo inquieto", una persona poco casera, que le encanta tener planes y muchas cosas que hacer. De repente el mundo se paró...
Verme encerrada en casa me ahogaba, había perdido la noción de los días y del tiempo, todos eran iguales. Trabajaba en casa y ya estaba en casa al terminar. Apenas notaba la diferencia entre un lunes y un sábado.
Hoy he mirado mi agenda del año 2020, páginas y páginas en blanco. Otro título que pondría sería "un año en blanco en nuestras vidas"
Solo puedo dar las gracias a Netflix que ha ocupado gran parte de mi entretenimiento. Sin las series hubiese sido muchísimo más duro. Yo no he cocinado, ni hice deporte en casa, pero pude aprovechar para pasar más tiempo con mi perrita, leer y aprender que lo que más valoro en la vida es tener libertad.
Quiero desearos un 2021 mejor, en el que vayamos avanzando y que recuperemos lo que a cada uno más le importe.
Espero que nos sigamos viendo. Un beso enorme para todas esas personas que de vez en cuando dedicáis un ratito para visitar este blog. Prometo mejorar mis publicaciones en 2021. Quiero darle un giro más personal.